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Por / 27 de julio de 2023 / Actualizado 4 de agosto de 2023
La torreta balística es un instrumento utilizado para hacer disparos a larga distancia. Su funcionamiento básicamente consiste en dar clics a nuestro visor para corregir las caídas de la bala e impactar en el sitio adecuado a diferentes distancias, mediante diferentes marcas en nuestra torreta. Pero hay una pregunta que suele aparecer cuando un cazador piensa en incorporar este elemento óptico a su equipo: ¿Qué torreta debo elegir?
Actualmente existe una variedad enorme de marcas y modelos que nos hacen dudar a la hora de elegir la más adecuada a nuestras necesidades. Lo primero que debemos conocer es el sistema métrico que utilizan: las hay que corrigen en MRAD, otras en MOAS y algunas en centímetros. Analiza con que tipo de sistema estás acostumbrado a cazar y selecciona aquel que te resulte familiar y no te suponga un quebradero de cabeza.
Como en el caso de cualquier elemento óptico con una oferta tan amplia, las puedes encontrar más y menos fiables. De hecho, por mi experiencia y después de haber probado decenas de modelos diferentes puedo asegurar que muchas torretas no vuelven a cero. Esto quiere decir que después de corregir clics para disparar lejos no los recupera hasta su punto inicial, siendo estas poco eficaces. No voy a entrar en qué marcas son mejores o peores, pero sí quiero recomendar las que, desde mi punto de vista y tras cientos y cientos de pruebas realizadas, son las que más me gustan para cazar. Insisto, para cazar. El mundo del tiro deportivo es otra historia.
© Zeiss
La ASV de Zeiss es una de las torretas mas intuitivas para cazar del mercado. Corrige en centímetros, uno a 100 metros, e incorpora hasta nueve anillos diferentes para elegir el que más se adecúa a nuestra curva balística, además de su anillo genérico para trabajar en clics. Además, su programa balístico Zeiss Hunting es intuitivo y fácil de usar, además de bastante exacto, aunque cualquier software siempre es orientativo y no podemos irnos al campo fiándonos al 100% del ordenador. Por otro lado, la ASV posee Zero Stop y bloqueo, lo que se traduce en garantía y fiabilidad.
© Swarovski
Estamos ante otra de mis torretas preferidas para la caza a larga distancia que, al igual que la ASV, corrige en centímetros. Con unos clics súper firmes y palpables, la BTF de Swarovski para su gama Z8 no incorpora anillos; sólo monta uno genérico en clics que marca de cinco en cinco. Cuentas con cinco números diferentes para personalizarla hasta 500 metros. Las he probado en muchas ocasiones y siempre vuelven a cero, corrigen muy bien y disponen también de Zero Stop y bloqueo.
© Leupold
Mientras que en otras marcas tengo que hablar o especificar el modelo de visor para preferir una torreta u otra, en Leupold no es así. Todas me parecen magníficas. Personalmente, las que más me gustan para cazar son las que incorpora el modelo VX5 3-15×56 y VX6 4-24×52 Varmint. Una corrige en un centímetro a los 100 metros y la segunda en 0,7, lo que la hace algo más exacta para los cazadores más exigentes. Puedes elegirlas en clics y en MOAs, y son bastante intuitivas, fáciles de utilizar una vez que disparas con ellas en varias ocasiones, aunque no tanto como las de Swarovski y Zeiss.
El primer paso para poner a tiro nuestra torreta balística es que nuestro rifle agrupe y tire bien. Si esto no sucede, olvídate de colocar nada. Jamás serás capaz de conseguir agrupaciones aceptables. La frase de «mi rifle tira más o menos bien» ha de ser desterrada.
El segundo paso es introducir en un programa balístico los datos más relevantes. Estos son la altura del visor al centro del cañón, la altitud a la que vamos a cazar, la munición exacta empleada, la velocidad en boca de cañón, el peso del proyectil, la distancia inicial de puesta a tiro y los intervalos entre los que queremos conocer la corrección (25 o 50 metros de forma habitual).
Una vez sabemos que nuestro rifle agrupa debemos ponerlo a tiro a la distancia inicial (Zero Range). Después, con el arma bien centrada a esta distancia y todos los datos introducidos de forma correcta en el programa, éste nos aportará la información sobre cuántos clics tenemos que corregir para disparar a la distancia deseada. Con todos los datos cotejados recomiendo disparar a diferentes distancias para conocer realmente lo que hace nuestro rifle. Repito que el programa balístico es fiable, pero siempre orientativo.
Como he comentado, una vez tenemos el rifle puesto a tiro lo ideal es comprobar a distancia real que las tablas se cumplen, puesto que en muchas ocasiones es necesario corregir algún clic extra. Por poner un ejemplo, el programa puede indicarnos que corrijamos cinco clics a 300 metros mientras que nuestro rifle necesita seis. Pero cuidado, es en este momento cuando aparece un error muy extendido entre los cazadores españoles.
Muchos piensan que, si el visor corrige un centímetro a 100 metros a 300 corregirá tres centímetros. Eso no es así. La realidad es que corrige mucho más, y cuanto menos tenso sea el calibre más todavía, ya que mayor será la parábola. Lo que quiero decir con esto es que si disparando a 300 metros nos marca tres centímetros bajo, es mejor dejarlo así que corregir un clic hacia arriba. Ese clic de más puede hacernos que el disparo impacte bastante mas alto que los tres centímetros que pensamos, por lo que es mejor permitir un error mínimo.
En esta materia la firma Zeiss es ejemplar y nos indica a través de una pormenorizada tabla a disposición del cazador cuál es el error mínimo que debemos permitir para nuestra curva balística. La tabla va buscando obtener el error mínimo posible a cada distancia, siendo el mas pequeño de 1,6 centímetros a 475 metros: algo absolutamente insignificante.
Una de las dudas que les surge a muchos cazadores es cómo configurar la torreta, en clics o para pensar en metros directamente. A la derecha tenemos una torreta BTF de Swarovski preparada para pensar y trabajar en metros. En este caso el triangulo blanco marca los 100 metros, el primer punto 150, el número dos 200 metros y el tres corresponde a 300 metros. Debajo encontramos otra torreta del mismo modelo pero pensada para trabajar en clics. En este caso el cero sería la distancia de puesta a tiro, por ejemplo 150 metros, y para disparar con acierto a distancia superiores sólo habría que conocer el número de clics que debemos rotar el mando para acertar con la distancia. Un inconveniente es que nos obliga a aprendernos de memoria la tabla balística de nuestro equipo o, al menos, incorporar en el rifle una pequeña chuleta.
En definitiva, si te has decidido a utilizar torretas balísticas lo mejor es que consultes con un experto cuáles son las más fiables en cuanto a corrección y vuelta a cero. Lo ideal es probar el equipo a la distancia y, por supuesto, tener claro que los programas balísticos, por muy buenos que sean, sólo son orientativos. Dos equipos exactos, con el mismo visor, la misma munición, el mismo rifle y mismo montaje muchas veces ofrecen tablas de correcciones diferentes. Grábate a fuego que un clic a 100 metros no es prácticamente nada, pero en cambio a 400 o a 500 hablaríamos de un error muy significativo.
Se trata de una retícula con diferentes marcas o puntos que nos ayudan a hacer disparos lejanos levantando más el cañón del rifle. Cada una de esas líneas o marcas hará cero a una distancia diferente, dependiendo de diversos factores como la distancia cero inicial, aumentos con los que se dispare y la munición empleada.
Sobre el segundo de los factores hay que tener en cuenta que muchos visores presentan la retícula en primer plano focal, lo que aumenta el tamaño de la retícula a medida que se crecen los aumentos. El cero de la cruz central no se modifica, pero si lo hacen el resto de marcas, al cambiar la distancia entre ellas.
La única pega es que el cazador debe llevar encima (pegada en el tubo del visor, por ejemplo) una chuleta con las distancias a las que corresponden cada marca. Es un sistema que me encanta. No es necesario modificar los clics del visor y puedes tirar a todas las distancias con mucha seguridad sin variar el sistema interno del dispositivo. Marcas reconocidas, como Swarovski con sus 4A-300 y BRX o Delta con la 4ASB, llevan años trabajando con este tipo de retículas con un éxito rotundo.
